preventivos, curativos y de la rehabilitación de las enfermedades del adulto
mayor (ancianos).
La Geriatría se diferencia de la medicina de adultos en muchos aspectos. El
cuerpo de un anciano fisiológicamente es sustancialmente diferente al de un
adulto. La vejez es el período de manifestación de la disminución en la función
de los diversos órganos y sistemas en el cuerpo. Esto varía de acuerdo a
varios de los órganos de reserva (por ejemplo, los fumadores consumen su
sistema respiratorio de reserva temprano y rápidamente).
Mucha gente no puede distinguir entre la enfermedad y los efectos
del envejecimiento. Asimismo, la incontinencia urinaria no es parte del
envejecimiento normal, pero es una enfermedad que puede ocurrir a cualquier
edad y es frecuentemente tratable. Los Geriatras tienen como objetivo el
tratamiento de la enfermedad y disminuir el efecto del envejecimiento en las
personas de edad avanzada. Años de formación y experiencia (por encima y
más allá de la formación básica del médico) les permite a estos especialistas
reconocer la diferencia entre el envejecimiento normal y patológico.
En las personas mayores enfermas, la disminución de la reserva fisiológica en
sus órganos esta sujeta a las complicaciones por cosas leves (p. ej. la fiebre en
las personas de edad avanzada puede causar confusión y conducir a una caída
y provocar fractura de cuello del fémur).
Para un geriatra la capacidad funcional, la dependencia y la calidad de vida
son factores de mayor preocupación al tratar a un anciano, mismas que quizás
un médico de adultos no tendría en consideración.
El tratamiento de una persona mayor no es como tratar a un adulto. Una
diferencia importante entre la geriatría y la medicina de adultos es que las
personas mayores a veces no pueden tomar decisiones por sí mismas. Las
cuestiones de poder, la intimidad, la responsabilidad legal, las directivas
anticipadas y el consentimiento informado deben ser siempre considerados
como un procedimiento geriátrico común.
El maltrato a las personas mayores es también una de las principales
preocupaciones en este grupo de edad. En cierto sentido, los geriatras a
menudo tienen que "tratar" no sólo con el anciano sino con la familia e
inclusive, con los cuidadores del paciente.
Las personas de edad avanzada tienen problemas específicos en lo
que respecta a los medicamentos. En particular las personas de edad
son sometidas a la polifarmacia, debido a las muchas aflicciones que
sufren. Algunas personas mayores tienen múltiples problemas médicos,
frecuentemente se automedican y/o toman productos naturales, los médicos
especialistas sólo prescriben medicamentos específicos para su especialidad,
sin la revisión de qué otros medicamentos son utilizados por el paciente
anciano.
La polifarmacia puede dar lugar a muchas interacciones entre medicamentos
y pueden provocar reacciones adversas. Las drogas que el paciente anciano
excreta pueden afectar principalmente a sus riñones o el hígado provocándole
problemas renales y hepáticos, por tanto un geriatra capacitado deberá
ajustar la medicación del paciente para evitar mayores complicaciones.
También algunas de las enfermedades que presentan las personas de edad
avanzada pueden ser vagas y no específicas, como puede ser el delirio tras
una caída. Por ejemplo, una neumonía puede presentarse con febrícula o sin fiebre,
deshidratación, confusión y/o continuas caídas)
Además algunas personas mayores pueden encontrar dificultades para
describir verbalmente sus síntomas, especialmente si la enfermedad está
activa o se tiene deterioro cognitivo, ya que esto causa confusión o delirio en
los ancianos. En estos pacientes un problema menor como el estreñimiento
puede llegar a causar un grave problema de vida o muerte, como un infarto.
ENFERMEDADES CRÓNICAS DEGENERATIVAS
